Córcega lo tiene todo. Playas paradisiacas con aguas turquesas, montañas en las que perderte, una gastronomía de lo más apetecible y algunos de los paisajes más bonitos del mediterráneo. ¿Te animas a descubrir el Córcega del Sur en este pequeño roadtrip por la isla?
Corcega del sur, Corse-du-Sud en francés o Corsica Suttana en corso es como se conoce a (obviamente) la zona sur de la isla.
En nuestro viaje, como apenas contábamos con los días de Semana Santa para descubrir la isla, decidimos centrarnos en el sur de la misma. Por supuesto, nos quedaron cosas por ver y además pensamos que el norte también merece una visita. Volveremos, no cabe duda, pero mientras te cuento algunas cosas que podrás disfrutar si te animas a conocer el sur de Córcega.

Semana Santa es temporada baja en la isla por lo que pudimos disfrutarla con total tranquilidad, pero se nota que los pueblos están preparados para triplicar su población durante los meses de verano. A Córcega llegan turistas de toda Francia y numerosos cruceros por lo que, probablemente, esté mucho más masificada en época estival.
Sur de Córcega, algunos pueblos bonitos que no te puedes perder.
Córcega está plagada de pueblos bonitos y pequeñas ciudades con encanto, tanto en la costa como en el interior. Te dejo una pequeña selección que pudimos visitar en nuestros días por el sur de la isla.
Si vuelas a Córcega desde España o el sur de Francia seguramente llegues al aeropuerto de Ajaccio, Aeropuerto Napoleón Bonaparte. Desde ahí lo mejor será que alquiles un coche y comiences tu recorrido por la isla. El tema del transporte público es complicado.
Ajaccio, ciudad imperial.
Empecemos por lo obvio, la capital de Corsica Suttana es Ajaccio, o Aiacciu en corso, y es una de las ciudades más importantes de la isla. Allí nació y creció Napoleón Bonaparte y parece que le tienen verdadera devoción. Una corona imperial de luces de colores preside el cruce de dos de las calles más importantes de la ciudad y los museos y emblemas relacionados con el emperador están por todas partes.

Ajaccio es la típica ciudad mediterránea, con un casco antiguo de callejuelas con encanto en el que parece que se ha parado el tiempo y una zona de playa con edificios de apartamentos con vistas al mar. Te recomiendo disfrutar de lo primero, puedes pasear tranquilamente por el centro, puedes visitar el Museo Fesch de las Bellas Artes, la capilla imperial o la Catedral de la Asunción. Se puede entrar a una parte de la ciudadela, que defiende Ajaccio desde 1492, aunque la mayoría es de acceso restringido pues aun la utiliza el ejercito.

Desde Ajaccio puedes hacer una excursión a la Punta de la Parata y las islas Sanguinarias, a tan solo 8 kilómetros de la ciudad. Las Isuli Sanguinari están a la entrada del golfo de Ajaccio y su archipiélago lo forman cuatro islas y la Punta de la Parata, que es la península desde la que puedes disfrutarlas. A la entrada hay un enorme parking que da servicio a los turistas y a usuarios de las preciosas calas de la zona y un bar.

La Punta de la Parata está dominada por una torre genovesa de vigilancia construida en 1608, desde donde tendrás una increíble vista de las islas Sanguinarias. Si, como nosotras, tienes mucha suerte, incluso podrás avistar delfines. Les encanta pasearse por el golfo de Ajaccio.

¿Quieres acercarte a las Islas? Este es tu tour, un crucero por las Islas Sanguinarias y la costa norte de Ajaccio.
Sartene, el más corso de los pueblos corsos.
Sartene, o Sarte en Corso, es uno de los pueblos más auténticos de la isla. Con unos 3000 habitantes y casi colgado en la montaña, entre sus casas de piedra y sinuosas calles cuenta con varios palacios y monumentos de siglos pasados.
Se trata de un pueblo realmente tranquilo, aunque preparado para recibir visitantes dada su cercanía a playas tan famosas como la de Roccapina. Paseando por sus calles encontrarás numerosos negocios de venta de productos típicos corsos (embutidos, quesos, licores…) y souvenirs.

Durante la Semana Santa se celebra en Sartene una de las procesiones más afamadas de la isla, la del Catenaccio. Cuando cae la noche un penitente vestido con túnica y capirote, arrastrando una cruz de más de 30 kilos, recorre las calles del pueblo emulando el camino de la pasión de Jesucristo. Puedes seguir el mismo camino del Catenaccio y dar un paseo por la villa siguiendo las losas marcadas en el suelo.

En la carretera entre Sartene y Bonifacio encontrarás una de las maravillas naturales más famosas del Sur de Corcega, el León de Roccapina. Desde uno de los miradores verás marcado el Golfo de Roccapina, unas preciosas vistas desde las que se distingue la torre genovesa y la roca en forma de león. Bueno, imaginación al poder.
Porto Vecchio, ciudad de vacaciones.
Enclavada entre el mar y la montaña, la pequeña ciudadela de Porto Vecchio destaca en un golfo de aguas cristalinas, marismas saladas e inmensos pinares. La ciudad Alta, construida en el siglo XVI alberga numerosas construcciones genovesas, comercios y bares dispuestos, sobre todo en verano, a dar servicio a las miles de personas que allí veranean.
A su puerto, además de acoger veleros y yates privados, llegan ferries desde el continente o desde la vecina Cerdeña. Puedes dar una vuelta por su paseo marítimo o tomar algo en cualquiera de sus terrazas. Si aparcas en la zona del puerto, hay un pequeño autobús lanzadera que conecta con la ciudadela cada pocos minutos.
Pero, sin duda, lo mejor de Porto Vecchio es su entorno. Naturaleza en estado puro ya sea hacia el interior (Ospedale) o hacía la costa con sus playas de aguas turquesas.
Bonifacio, la ciudad sobre el acantilado.
Ubicada justo al final de la isla, apenas a trece kilómetros de Cerdeña, Bonifacio es una de las localidades más hermosas del sur de Córcega. El pueblo medieval, protegido por su ciudadela, está enclavado en unos acantilados blancos de piedra caliza esculpidos por el viento. Si lo ves desde el mar, te parecerá que las casas están literalmente colgadas en las rocas.

Igual que Porto Vecchio, la ciudad se divide en dos partes: el puerto deportivo, a cota cero, con numerosos cafés y restaurantes y la ciudadela o ciudad vieja en la parte alta. Este casco antiguo es medieval, con sus callecitas estrechas, casas de piedra, iglesias y construcciones defensivas.
Destacan el Bastion de l’Etendard, la fortaleza por la que accederás al pueblo, o la Escalera del Rey de Aragón, un insólito monumento cuyos 187 escalones bajan directos al mar, excavados en el acantilado. Cuenta la leyenda que las tropas del Rey de Aragón lo excavaron en apenas una noche en 1490. En realidad parece ser el acceso a un manantial de agua dulce en la zona pero nunca dejéis que la verdad os estropee una buena leyenda.
Ojo a los horarios, durante la temporada baja los monumentos de Bonifacio (y su oficina de turismo) cierran a las 16h.

Una de las cosas más maravillosas que os recomiendo en Bonifacio es navegar. Desde el puerto salen numerosos tours que os llevarán a ver la ciudad desde el mar, a descubrir las calas cercanas y las grutas que pueblas sus acantilados. Nosotras hicimos un tour para ver el atardecer desde con Corse Nautic Escape y no pudo ser más espectacular.
Nos quedó pendiente una excursión a las islas Lavezzi, un archipiélago que parece un auténtico paraíso. Están a unos 10km de Bonifacio y tienen un pinta estupenda.
Playas paradisiacas del Sur de Córcega.
El sur de Córcega está lleno de playas de aguas cristalinas que nada tienen que envidiar a lugares más exóticos. Muy cerca de Porto Vecchio, siguiendo la costa que une esta ciudad con Bonifacio, encontrarás algunas de las más hermosas.
Palombaggia
Una de las playas más bonitas de la isla. Sus aguas casi transparentes y tranquilas, destacan sobre la arena fina y blanca. Palombaggia es una playa extensa en la que, a veces, la arena fina da paso a rocas rosadas que invitan a hacer snorkel.

En la zona norte de la playa, a unos 11km de Porto Vecchio, encontrarás un gran aparcamiento habilitado en un pinar. Desde allí puedes bajar a la playa y caminar hasta encontrar tu lugar en ella, se va ensanchando según vas avanzando.

A lo largo de Palombagglia hay varios chiringuitos y restaurantes a pie de arena en los que tomar algo tranquilamente.
Tamaricciu
Otra de las playas más hermosas de la isla. La separa de Palombaggia un pinar por el que puedes caminar con comodidad. Tamaricciu es una pequeña cala de arena blanca, aguas turquesas y plagada de rocas que la convierten casi en una piscina natural.

Ojo, si quieres acceder en coche tendrás que dejarlo en la carretera Rte de Palombaggia y después caminar por el pinar. No dispone de parking por lo que es mejor llegar directamente desde playa Palombaggia.
Santa Guilia y la Rondinara.
Estas dos playas son un lujo en temporada baja pero creo que serán demasiado populares en temporada alta. Los aparcamientos no son demasiado grandes (de pago en verano y no baratos) y, al no ser tan amplias como Palombaggia, la sensación de espacio libre es menor.

Sin embargo, son optimas para ir con niños pues son seguras y de aguas no demasiado profundas. En ambas hay varios servicios, restaurantes y bares para comer o tomar algo.
El interior de la isla, lagos y montaña.
Dicen que Córcega es una montaña en el mar y en el sur de la isla podemos encontrar algunos paisajes que parecen los Alpes. Puedes pasar de la playa a la alta montaña conduciendo apenas media hora. En Córcega Sur puedes encontrar montañas de más de 1000 metros de altura, plagadas de rutas de senderismo y donde puedes practicar actividades deportivas de todo tipo.
Una de las rutas de senderismo o trekking más famosas de Córcega es la GR20, que cruza toda la isla pasando por alguno de sus picos más espectaculares.
Lago de Ospedale
Una pequeña excursión que merece la pena desde Porto Vecchio es acercarse al lago de l’Ospedale, un embalse que abastece de agua potable al sureste de la isla. Está a unos 900 metros de altitud y desde allí podréis realizar algunas rutas interesantes como a las cascadas de Piscia di Gallu.

Aiguilles de Bavella, Alta Rocca, Zonza.
Otro pico que merece la pena visitar en la zona es las Agujas de Bavella, un macizo de 1900 metros de alto de granito bien afilado. Las mejores vistas las tendrás desde el Col de Bavella, a 1200 metros de altitud), donde hay aparcamiento, zona de recreo y restaurante.

El pueblo de Bavella está completamente preparado para albergar turistas, consta sobre todo de bungalows y casitas de alquiler. Muy cerca está Zonza, un precioso y tranquilo pueblo, más auténtico, enclavado en la montaña donde podrás encontrar restaurantes con comida típica de montaña, embutidos, caza, guisos… Puedes probar en Auberge du Sanglier, donde comimos como reinas.

Info útil, conducir por el sur de Córcega, alojamientos y gastronomía.
Lo primero que debes saber, las distancias son un poco de broma. Nada más mirar en Google Maps como ir de un punto a otro lo verás claro, las carreteras no son las mejores. Salvo honrosas excepciones como la T10 o T40, la mayoría de las carreteras son sinuosas y no están en las mejores condiciones. Ármate de paciencia y no tengas prisa por llegar, disfruta del camino que siempre es precioso.
Alojamientos en el sur de Córcega.
La oferta en cuanto a hoteles y apartamentos en Córcega es alta, aunque no demasiado económica. En verano los precios pueden ser una auténtica locura pero, si viajas en temporada baja, podrás quedarte en lugares maravillosos por bien poco.
En Porto Vecchio te recomiendo echar un vistazo a hoteles en los alrededores del golfo, muchos disponen de acceso privado a la playa, piscina y posibilidad de realizar actividades, poniendo a tu disposición kayaks, piraguas…

El Maranatha es un claro ejemplo, villas privadas totalmente equipadas con acceso a piscina y playa, apenas a 10 minutos en coche de Porto-Vecchio y muy cerquita (unos 12km) de playa Palombaggia.
En Ajaccio puedes quedarte en zona más céntrica pues la oferta es mucho mayor. Hoteles como el Marengo ofrecen buen precio a unos 10 minutos caminando de la ciudadela. Otros, como el Fesch&Spa, en pleno centro, tienen terraza con vistas a la bahía.
Gastronomía, algunas recomendaciones.
Hay basicamente dos cosas que debes probar si o si en tu visita al sur de Córcega, la charcutería y el queso. La charcutería de la isla es una de las mejores de Francia, sobre todo la hecha con jabalí, pues se crían casi en libertad.
El queso más famoso y del que encontrarás numerosos platos es el Brocciu. Se puede comer solo, en canelones, empanado, en buñuelos, en bizcocho… cualquier cosa al brocciu es buena.

Los mariscos y pesados también son una buena opción en la isla. Además hay más de 10 denominaciones de origen de vinos locales, cervezas echas en la zona y licores típicos como el de mirto. Muchas cosas que catar.
¿Qué me dices? ¿Te animas a recorrer Córcega?