Galicia es para disfrutarla, para alucinar con su naturaleza, su patrimonio y su gastronomía. Hay muchas maneras de conocerla, recorriendo sus ciudades, sus pueblos más emblemáticos o marcándote sendos roadtrip por cada uno de sus rincones. En este post os planteo una ruta por la costa norte de Galicia que no os dejará indiferentes. ¿Os venís?
Las Rías Altas, o la costa norte de Galicia, es una de mis zonas favoritas de Galicia, en particular la zona norte de la provincia de A Coruña. Aunque muchas veces las Rías Baixas nos embrujen con sus playas paradisiacas y su microclima más benévolo, las Rías Altas guardan preciosos paisajes plagados de acantilados con vistas al mar, playas a mar abierto, miradores y faros.
A tener en cuenta: toda la ruta se hace por carreteras secundarias, muchas en pleno litoral por lo que, aunque parezca que hay pocos kilómetros entre un punto y otro, siempre vais a tardar un poco más de lo que parece. Mucho cuidado en la carretera.
Costa de Lugo, playas de infarto y pueblos con encanto.
Ribadeo y As Catedrais, donde comienza la magia.
Empezaremos nuestro roadtrip donde Galicia y Asturias casi se tocan, separadas tan solo por la Ría del Eo, en Ribadeo. Este precioso pueblo es conocido sobre todo por su cercanía a la famosa playa de Las Catedrales, pero esconde muchos más secretos.

Asómate a la ría del Eo desde el puerto o desde O Cargadeiro. Este antiguo cargadero, ahora convertido en parque, se usaba para cargar los barcos sin que estos tuvieran que adentrarse en la ría (principalmente con mercancías extraídas de las explotaciones mineras de Vilaoudriz). A su lado se encuentran los restos del Fuerte de San Damián, punto estratégico para defender la ría desde 1624.

Vamos hasta el casco histórico en el centro de Ribadeo, donde podremos pasear por sus calles buscando casas de indianos. La más conocida es, sin duda, la Torre dos Moreno, una auténtica preciosidad en plena plaza pero abocada al abandono. Ojalá la restauren pronto porque su valor histórico es incalculable. La familia Moreno la encargó en 1915 a García Núñez, discípulo de Gaudí.
¿Buscas hotel el Ribadeo? Te recomiendo Habitaciones Vistamar, muy cerca del centro, a muy buen precio. ¿Para comer? La Pulpería y taberna Casa Villaronta, todo delicioso.
Rinlo y la ruta de las playas.
Seguimos nuestro camino hasta Rinlo, un pintoresco pueblo a orillas del mar que fue un importantísimo puerto ballenero hace más de 500 años. En sus cetáreas se crían los mejores mariscos de la zona y se pueden degustar en cualquiera de sus restaurantes con vistas al mar.

Recomendación gastro: el arroz con bogavante de A Cofradía de Rinlo para seguir nuestra con más energía que nunca. Muy top.
Dad un paseo hasta las antiguas Cetáreas de Rinlo, a poquitos metros del pueblo, en la costa, para tener unas vistas de lujo. Justo aquí comienza la ruta de las playas, que nos llevará (caminando o en coche) desde Rinlo hasta Aguasantas (A Catedrais) pasando por Praia dos Xucos, Os Castros, As Illas y Esteiro. Todas ellas son preciosas y, aunque no tienen tanta fama como su hermana mayor merece la pena darse un paseo. Mucho más tranquilas y con menos afluencia de turistas que Las Catedrales y una belleza similar.
Si queréis visitar la playa de Las Catedrales o cuento que debéis hacer en este post. Recordad que en temporada alta funciona con aforos y que hay que tener muy en cuenta las mareas 🙂

De Foz a Viveiro, historia y patrimonio singular.
Después de pasar As Catedráis, con sus formaciones rocosas tan características, llegan las playas de Foz con su arena blanca y sus aguas cristalinas.
Desde Foz hay que desplazarse a Mondoñedo, una pequeña aldea cercana donde está la que, dicen, es la catedral más antigua de España. La basílica de San Martiño de Mondoñedo es de estilo románico primitivo, construida en el siglo X sobre otra basílica existente.
Tenéis más info de San Martiño de Mondoñedo en este post de ArteViajero.
En nuestro camino a Viveiro podemos parar en lugares tan hermosos como el Castro de Fazouro (yacimiento arqueológico construido en el siglo I que se encuentra sobre los acantilados de la costa) o el Conjunto Histórico Artístico de Sargadelos. Estas ruinas son historia de la industria gallega, bastante bien conservada.
Durante la ruta encontraremos poblaciones tan encantadoras como Burela y paisajes naturales tan impresionantes como los Acantilados de Papel (Punta de Morás).
Llegamos a Viveiro y lo primero que encontramos es con una de sus estampas más reconocibles, el Puente de la Misericordia. Paseamos por su casco histórico, desde la puerta de Carlos V a la plaza Mayor, pasando por Santa María de Viveiro, una preciosa iglesia del siglo XII.
¿Hotel en Viveiro? En pleno centro tenéis el Urban, muy bien situado y renovado recientemente. No puede ser más cómodo.
Viveiro también es conocida por sus playas, como la de Covas o la de Area. Si tenéis tiempo, podéis dar un agradable paseo por el paseo fluvial del río Landro, son unos 8 kilómetros totalmente adaptados junto a la ría.
Para comer en Viveiro os recomiendo daros un homenaje en el Asador Carlos V. Para comer algo más sencillo pero también top tenéis el Mesón O Recuncho. Dos propuestas distintas pero ninguna falla.
Otro de los lugares más famosos de Viveiro, al menos desde la era Instagram, es la Punta do Fuciño do Porco (sí, morrito de cerdo). Se trata de un saliente rocoso sobre el mar, como tantos otros que podremos ver en nuestra ruta por la costa norte de Galicia. Supongo que las redes sociales han puesto tan de moda este enclave que han llegado al punto de tener que regular el aforo. Si quieres acceder en temporada alta (junio a septiembre) tienes que pedir cita en esta web y pagar el parking. Muy bien.
Costa Norte de A Coruña, faros y acantilados que te dejarán sin aliento.
Entramos en la costa norte de A Coruña, para mí una de las zonas más hermosas de Galicia y del mundo. Sus altísimos acantilados sobre el mar, faros en lugares escarpados, playas dónde el mar azota con fuerza y pueblos costeros la hacen tremendamente especial.
Estaca de Bares, bancos bonitos y Ortigueira.
Seguimos nuestra ruta por la costa norte de Galicia llegando a Estaca de Bares, el punto más septentrional de toda la península que separa las aguas del mar Cantábrico y el océano Atlántico (como si esto fuera posible). Sin duda lo que más llama la atención es el faro, construido en 1846 y aun habitado. Desde el faro puedes caminar por el cabo de Estaca de Bares casi hasta su punta y ver el estaquín, el pequeño islote justo en frente.

Después de comienza la fiesta. La ruta por la costa nos llevará hasta el Miradoiro do Coitelo y los Acantilados de Loiba, donde está el famoso banco más bonito del mundo. Como estaréis sospechando el banco es normal, lo fantástico son las vistas al mar y las curiosas formaciones rocosas que ha esculpido durante siglos.
Más adelante hay otro mirador (se accede desde una carretera que sale junto a la iglesia de Loiba) que también os puede dejar patidifusos, el de Pena Furada. Desde donde dejas el coche hasta el mirador hay carteles que te llevarán hasta la gran roca «furada«, con dos arcos que ha erosionado la fuerza del mar.

Desde aquí nos dirigimos a Ortigueira, villa pesquera muy conocida por el Festival de Música Folk que se celebra en julio. El pueblo está en plena ría, un enclave precioso rodeado de verdes montañas. Acercaos a ver el Muiño de mareas de Senra, un curioso molino en plena marisma (aunque su estado de conservación deja un poco de desear el paisaje es precioso).
Comer en Ortigueira. En la Alameda tenéis numerosos restaurantes con terrazas en los que podéis comer. Os recomiendo probar los berberechos a la ortegana, un plato muy típico de la zona y muy rico. Ojo a las cantidades, que la ración suele ser potente. Los probé en La Terraza de Laura, en la misma Alameda.
Seguimos la carretera hasta el pequeño pueblo de Cariño y Cabo Ortegal, siempre en lucha con Estaca de Bares por ver quién es el más septentrional de España. Lo sentimos Ortegal, eres el segundo, pero no sufras, eres igual de precioso. O más, porque el faro de Cabo Ortegal es rojo y contrasta de forma impresionante con los acantilados y el verde de la montaña.
Más acantilados, leyendas y mucho surf.
Nos acercamos al final de nuestra ruta por la costa norte de Galicia. Saldremos de Ortigueira hasta Cedeira pasando por los acantilados más altos de la Europa continental para acabar de Valdoviño, después de ir vivas a San Andrés de Teixido porque «vai de morto quen non foi de vivo».
Sí, desde Cariño hasta Cedeira recorreremos la Costa Ártabra, una de las zonas más bonitas que verán vuestros ojos si el clima lo permite. Los acantilados de esta zona son espectaculares, más de 600 metros de altura sobre el mar. Tenéis varios miradores para aparcar y disfrutarlos pero os recomiendo el Miradoiro de Garita da Herbeira. Suele hacer mucho viento y a veces niebla pero las vistas son increíbles.

En esta zona de la Costa Ártabra hay varias rutas de senderismo de lo más interesantes; puedes ir hasta la Cascada de Teixidelo o a su playa de arena negra (unas dos horas de ruta) o acercarte a las fervenzas (cascadas) do Casón o pozo do Inferno. Estas rutas son más sencillas y puedes partir del Parking Castelo do Casón.
Dejamos atrás los acantilados, pero no demasiado pues pronto llegaremos a San Andrés de Teixido. Ya sabéis dónde se va de vivo si no se quiere ir de muerto convertido en sabandija o sapo. La aldea de apenas 9 habitantes se llena de gente cada día gracias a la fama de su Santuario, donde peregrinos de todo el mundo piden salud al santo.
Una vez cumplida la visita en vida a San Andrés seguimos nuestra ruta por la costa norte de Galicia hasta Cedeira. Apenas 12 kilómetros los separan y encontrarás unas vistas de la ría tan impresionantes como estas. Mucha gente elige Cedeira por sus playas y no se equivoca. Tanto la playa urbana de la Magdalena como las calas cercanas de Sonreiras o Miseñora son espectaculares.

Pero si de playas espectaculares hablamos debemos seguir un poco más el camino hasta Pantín, donde nos esperan las playas de Pantín y Baleo en un entorno natural de los más bonitos de Galicia. Estas playa están en la ruta de surf, es mar abierto, por lo que muchos surfistas se acercan a ellas a practicar y competir. Ojo si te bañas porque las corrientes son fuertes.
Hotel en Valdoviño. Tenéis muchísimas opciones en esta zona, desde casas enteras, apartamentos junto a la playa… Si buscáis algo a buen precio el Hotel Valdoviño es un clásico. Tiene una estrella pero está siempre limpio y cuidado.
Para acabar la ruta por la costa norte de Galicia llegamos hasta Valdoviño, un litoral lleno de playas, calas y acantilados. Antes de acercarnos (tanto) a la costa vamos a descubrir la Laguna de Frouxeira un humedal de gran valor ornitológico y paisajistico. Hay varias pasarelas de madera formando un paseo que podremos recorrer disfrutando de las vistas y la naturaleza.

No dejéis de acercaros a Punta Frouxeira, otro mirador de vistas únicas. Aquí se encuentra uno de los faros más modernos (1994) y vanguardistas de la costa y los restos de una antigua instalación militar de los años 30. Desde aquí se puede ver la pequeña ermita da Virxe do Porto, a la que solo puede ver cuando baja la marea.

¿Qué me decís? ¿Os animáis a hacer esta ruta por la costa norte de Galicia?
Desde aquí seguimos nuestra ruta por Galicia conociendo A Coruña y Betanzos. También disfrutamos de los paisajes de A Costa da Morte para después continuar por A Rías Baixas y acercarnos a la Ribeira Sacra. ¿Nos acompañas?