Luxor es, sin lugar a dudas, unas de las joyas de Egipto. La antigua Tebas fue la capital de Egipto durante el Imperio Medio y el Imperio Nuevo, por ello guarda innumerables tesoros en forma de templos, tumbas y yacimientos aun por explorar. Como podrás suponer, un entorno así ofrece cientos de posibilidades pero, ¿qué ver en Luxor si solo tienes un día? ¿Cuales son los imprescindibles?
Partamos de la base de qué, si haces un viaje organizado a Egipto, la mayoría de los cruceros solo atracan un día en Luxor por lo que la organización es clave. Si tu viaje incluye excursiones no tendrás ningún problema, los clásicos básicos se incluyen en todos los paquetes vacacionales y tu guía tendrá horarios a contrarreloj perfectamente planificados. Si vas por libre, recuerda viajar con un buen seguro.
En Luxor encontramos la mayor cantidad monumentos conservados de todo Egipto. No en vano fue capital del Imperio durante casi 1500 años.
En la antigüedad Egipto se ordenaba en función a dos fuentes de vida: el Nilo y el Sol. Las ciudades y pueblos se construían en las orillas del río y de una forma muy particular. La orilla este, por donde aparece el sol, estaba dedicada a los vivos, a la vida, a los hogares, templos y palacios. La orilla oeste, por donde el sol se oculta, era la orilla de los muertos, destinada a albergar las necrópolis y tumbas. Luxor no es una excepción así que: organización.
Orilla Este, la orilla de los vivos.
En este lado del Nilo atracará tu crucero y aquí encontrarás la zona más viva (jaja) de Luxor. La mayoría de las viviendas, hoteles y tiendas se encuentran de este lado del río y, como no, los templos. Los lugares de adoración y culto a los dioses se sitúan en medio de la ciudad, cosa que resulta sorprendente. Uno podría pensar que el templo de Karnak (por ejemplo) está en medio del desierto, protegido por kilómetros de arena y resulta que no. Que está en pleno Luxor y se puede llegar a pie (si el calor no te mata antes, eso sí).
Antes de empezar: ¿sabes como es un templo egipcio? Aunque hay muchos diferentes, la mayoría tienen unas características básicas. Esta es su tipología.
Templo de Luxor.

Fue construido por las dinastías XVIII y XIX, principalmente por los faraones Ramsés II y Amenhotep III. Posteriormente, diversos faraones añadieron sus contribuciones al templo, al tratarse de uno de los más importantes y longevos de Egipto. Mide más de 260 metros de largo y, en su origen, estaba dedicado al dios Amón. Como podéis suponer a lo largo de su historia sufrió numerosas modificaciones, no solo en cuento a estructura, también de culto. Todavía pueden verse en su interior los restos de una basílica romana, una iglesia y una mezquita en activo.

Nada más llegar al templo encontrarás un pedazo de la avenida de las esfinges. Esta calle de tres kilómetros de largo unía el templo de Luxor con el de Karnak. Aunque ahora solo queda una pequeña muestra en ambos templos, la avenida la custodiaban más de 600 esfinges.
Al mirar el templo de Luxor de frente lo primero que notarás es que no es totalmente simétrico: le falta un obelisco. Este se encuentra en la plaza de la Concordia de París, pues fue un regalo de Mohamed Alí en 1836. A cambio, Francia regaló a Egipto un reloj que podrás ver en la mezquita de alabastro en El Cairo, pero que nunca llegó a funcionar. Gran intercambio de regalos.

La entrada al templo de Luxor cuesta 140 EGP.
Templo de Karnak.
Karnak es el templo más grande no solo de Luxor, sino de todo Egipto. En su época fue el complejo religioso más importante del país, conocido como el Ipet sut o «el lugar más venerado». Con más de 2 kilómetros de extensión, dentro de su perímetro alberga numerosos templos dedicados a distintas deidades, aunque el principal está dedicado a Amón-Ra. Su construcción fue muy dilatada en el tiempo, pues la mayoría de los faraones, desde la dinastía XVIII hasta la de los Ptolomeos intervinieron en él, ampliando y mejorando sus instalaciones para hacerlo lo más grandioso posible. Los faraones más influyentes en su desallorro fueron Tutmosis I, Hatshepsut, Seti I, Ramses II y Ramses III.

Sin duda lo más espectacular del templo es su sala hipóstila. Cuenta con más de 5.000 metros cuadrados en los que perderte en un mar de 134 columnas de 23 metros de altura. El templo de Karnak te hace sentirte muy pequeña pero esta sala en concreto te hace ínfima. Pasear entre esas columnas gigantescas (ahora a cielo abierto, aunque quedan algunos pedazos de techo), con el sol creando juegos de luces y sombras entre ellas es sencillamente indescriptible.

Dentro del recinto encontrarás también el obelisco más grande de Egipto, el de Hatsepsut, con unos 30 metros de alto. Además, Karnak conserva todavía el lago sagrado, espacio de purificación para los sacerdotes del templo. Justo frente al lago verás una estatua de un escarabajo. Puede que te llame la atención que la gente de vueltas a su alrededor pero es una de esas supersticiones viajeras que hay que tener en cuenta. Yo no soy nada supersticiosa pero si me dicen que dar siete vueltas al escarabajo sagrado de Karnak me traerá la suerte y el favor de los dioses, las doy XD.

La entrada al templo de Luxor cuesta 140 EGP.
Orilla Oeste, el lado de los muertos.
Cruzar en Nilo es una experiencia en sí misma. Hay numerosas barquitas que se dedican precisamente a eso, a trasladar gente de una orilla a otra por un módico precio. También se puede cruzar por el puente que une los dos lados del río, obvio, pero el tráfico suele ser de infarto y puedes pasar de «cinco minutos en una bonita experiencia en barca» a «llevo 45 minutos atascado en el tráfico y lo que me queda«.
La orilla oeste alberga algunas de las cosas más especiales que ver en Luxor, entre ellas la necrópolis del Imperio Nuevo, las tumbas de los faraones. La orilla de los muertos se presenta ante nosotros como un enorme desierto, repleto de tesoros por descubrir.
El Valle de los Reyes. Imprescindible entre las cosas qué ver en Luxor.
Fue Tutmosis I, faraón de la dinastía XVIII, el primero que decidió construir su tumba aquí, en el lugar más secreto que pudo encontrar para su descanso eterno. Eran comunes en el Antiguo Egipto los saqueos de tumbas pues era bien sabido que los faraones, nobles y gente pudiente, se enterraban con grandes ajuares para la comodidad de su vida en el más allá.

Si durante el Imperio Antiguo la pirámide marcaba el lugar (y cuanto más grande mejor), durante el Imperio Nuevo la discreción era la clave. El Valle de los Reyes es un gran túmulo, una montaña excavada, llena de túneles que esconden tesoros. Aquí se han encontrado 62 tumbas talladas en la roca, la última la celebre tumba de Tutankamon.
¿Qué debes saber antes de visitar el Valle de los Reyes?
Con tu entrada se incluye la visita al complejo y a tres de las tumbas. Como Indiana Jones, debes elegir sabiamente.
Todas ellas están decoradas con relieves y fragmentos del Libro de los Muertos, como una especie de guía para llegar al Otro Mundo. Eso sí, algunas tumbas son más más espectaculares que otras. Recomiendo las de Ramses IV (KV9), Tutmosis III (KV34), Mrenptah (KV8) y Ramsés IX (KV6).
¿Y la de Tutankamon, te preguntarás? Amiga. La tumba de Tutankamon no entra entre las tres que se incluyen con la entrada al Valle. Puedes comprar tu entrada a parte por tan solo 250 Libras egipcias (ten en cuenta que la entrada al recinto son 200). ¿Merece la pena? Bueno, es toda una experiencia pero más ser un mito de la egiptología que por lo que guarda dentro. Todos los tesoros que se encontraron en la tumba del joven faraón están en el Museo Egipcio en El Cairo por lo que la tumba se encuentra vacía. A octubre de 2019 además dos de las salas laterales estaban en restauración.

Otra de las tumbas que no se incluye entre las tres «gratis» es la de Seti I. La KV17 es la tumba más larga y profunda no sólo del Valle de los Reyes, sino de todo Egipto. Tiene 10 cámaras, todas ellas profusamente decoradas por lo que es todo un espectáculo. ¿El «problema»? la entrada cuesta 1.000 libras egipcias (unos 50 euros).
Entrada general, que incluye la visita a 3 tumbas de tu elección: 200EGP
Tickets adicionales para:
Tutankhamon: 200 EGP.
Seti I: 1000 EGP.
Lo de las fotos en el Valle de los Reyes. La gran pregunta.
¿Se puede hacer fotos dentro de las tumbas del Valle de los Reyes? Pues a ver, como casi todo en Egipto esta sujeto a condiciones. En principio, no, pero la verdad es que sí. Existe ticket para poder sacar fotos (obviamente sin flash) que cuesta 15 euros al cambio. Cuando fuimos nosotros (octubre 2019) nuestro guía nos informó de una concesión del gobierno para fomentar el turismo: durante dos meses se podían hacer fotos con móvil (sin pagar) pero no con cámara (?). Otros meses no se puede ni con móvil ni con cámara sin tener el ticket… Así que preguntad al llegar.

El Templo de Hatsepsut.
También conocido como Deir el-Bahari por la montaña en la que está literalmente excavado. El templo de Hatsepsut es impresionante y muy diferente al resto de construcciones que podemos ver en Luxor y Egipto en general. Sino supiéramos que tiene más de 2000 años su estructura podría pasar por una edificación moderna.

El templo de la reina Hatsepsut tiene tres terrazas escalonadas que alcanzan los 30 metros de alto, unidas por una rampa central. Nada que ver con la estructura de pilono -sala hispotila – patio – santuario de los templos de Luxor y Karnak. Tan diferente como su constructora, una de las pocas mujeres que reinaron en Egipto, la que lo hizo durante más tiempo y con más acierto.

Los relieves del templo cuentan su historia, cómo se convierte en reina-faraón y comanda Egipto durante más de 20 años, a pesar de la oposición de los sacerdotes y su hermanastro Tutmosis II. Además, entre sus hazañas se cuentan sus incursiones en tierras exóticas con las que realizaba tratos comerciales para traer a Egipto productos de lujo como incienso, mirra, plantas exóticas o plumas de avestruz. Algunos de estos relieves fueron destruidos por su hijastro Tutmosis III al fallecer la reina, en un desesperado intento de damnatio memoriae. El templo también sufrió numerosas modificaciones a lo largo de los siglos, incluso los cristianos lo convirtieron en un monasterio.

La construcción de este templo fue ordenada por Hatsepsut y construido por su arquitecto de confianza, Senmut. La historia de ambos se cuenta (novelada) en el libro La dama del Nilo, de Pauline Gedge. Recomendado.
La visita al templo de Hatsepsut cuesta solo 100 LE.
Los colosos de Memnón.
Dejo para lo último los colosos del Memnón porque es lo más prescindible de todo. Sin embargo, te los encontrarás de camino al Valle de los Reyes por lo que te recomiendo que te pares a ver a los gigantes de Luxor. Las dos gigantescas estatuas de piedra representan a Amenhotep III en posición sedente. Sus manos descansan en sus rodillas mientras miran al Este, hacia la orilla de los vivos, hacia el Nilo y a la salida del Sol, ambos fuentes de vida.

Estos gigantes, esculpidas en bloques de cuarcita, formaban parte de un conjunto funerario dedicado al faraón al que representan. Otros cuatro colosos caídos las acompañan junto a la que queda de los pilonos de la entrada al conjunto, los pocos vestigios que quedan del templo.
Y ¿si tengo más de un día? ¿Qué otras cosas puedo ver en Luxor?
Valle de las Reinas. El equivalente al Valle de los Reyes, aunque hay muchas menos tumbas visitables. El enterramiento más relevante es el de Nefertari, aunque es una tumba que suele estar cerrada por tener un alto nivel de humedad en el interior. Cuesta 80EGP, aunque la tumba de Nefertari se compra a parte.

El Valle de los Nobles cuenta con más de 400 tumbas de personas importantes del Imperio Nuevo, generalmente gente cercana a los faraones. Al igual que las del Valle de los Reyes y las Reinas están excavadas en la montaña para protegerse de los ladrones (con idéntico resultado).

Otros templos que ver en Luxor, no tan típicos:
- El templo Ramesseum. Este templo funerario fue ordenado construir por Ramsés II, en la orilla oeste del Nilo. Al igual que los templos de Luxor y Karnak tiene una estructura clásica, aunque no está tan bien conservado.
- El templo del millón de años de Seti I. Otro templo funerario, esta vez en honor a Seti I, construido en la orilla oeste del río, justo en frente del templo de Karnak.
- Templo de Habu, dedicado a Ramses III.
Una de las cosas que más envidia me dio ver y no hacer fue el paseo en globo al amanecer. Ver todos esos globos sobrevolando el Valle de los Reyes… tiene que ser muy emocionante.
Puedes contratar tu paseo en globo por Lúxor con Civitatis.
Otra visita no muy habitual pero muy interesante es Deir el-Medina. Se trata de la ciudad en la que vivían los artesanos y constructores de las tumbas del Valle de los Reyes. Sin duda la mejor manera de conocer cómo vivía la gente común de la época pues se conservan casas, tumbas y sus ajuares. Puedes ver info de los horarios en su web.
Fun Fact: en Deir el-Medina se produjo la primera huelga documentada de la historia. Cuando el faraón se retrasó más de lo habitual en el pago (pan y cerveza), los trabajadores dejaron sus tareas y salieron a la calle en señal de protesta hasta lograr recibir a tiempo los honorarios acordados. Como veis, de esclavos nada: Tutmosis paga los sueldos, primer aviso.
¿Quieres ver nuestro itinerario por Egipto? Puedes ver todo lo que hicimos en una semana en este post.
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