La Punta del Fangar es una península en pleno Delta del Ebro, un paraje natural insólito. Imagina una playa larguísima, dunas de arena a un lado y el mar al otro, que parece no terminar nunca. Este arenal no solo es una playa de ensueño, también uno de los enclaves con más valor ecológico de Tarragona.
Además, aunque parezca un paraíso no está demasiado concurrido, ¿vamos?

Ponte cómoda, como llegar a la Punta del Fangar.
El primer tramo de nuestra excursión lo haremos en coche desde nuestro alojamiento en L´Ampolla, aunque también puedes hacerlo en bicicleta. Esta primera parte del recorrido transcurre entre los campos de arroz típicos del Delta del Ebro, a un lado y a otro, que parecen no tener fin.

Llegamos al Restaurante Los Vascos junto a la playa de la Marquesa, que será nuestro aparcamiento. Este aparcamiento es gratis y da servicio a las playas de La Marquesa y Punta del Fangar.
Aquí es donde hay que empezar a caminar, pues es la única manera de recorrer los 4 kilómetros hasta el final de la Punta del Fangar, donde espera su característico faro rojo y blanco.
Si eres un ciclista avanzado podrás continuar en bicicleta pero la arena de esta playa es extremadamente fina (de ahí su nombre, pues se compacta con el agua del mar) y no es demasiado cómodo circular.
Recuerda, en cualquier caso, no adentrarte en la zona de las dunas, pues es un hábitat protegido por la nidificación de gaviotas y charranes. Si tienes suerte, puede que veas alguno, incluso algún flamenco. No hay sombra durante el camino, pero siempre puedes refrescarte dándote un buen baño.

Una curiosidad, las dunas con vegetación encima son fijas y las que solo son de arena, móviles. Entre ellas podrás divisar algunos puntos elevados para el avistamiento de aves.
A mitad del paseo empezará a asomar el faro y tendrás claro tu objetivo.
El faro de la Punta del Fangar.
Al final de la playa del Fangar está su faro, la imagen más emblemática de la Punta y de numerosas postales del Delta del Ebro. Fue construido en los años 80 y sigue en funcionamiento, tiene unos 20 metros de alto. Este faro se construyó en sustitución a una pequeña torre de apenas 8 metros que daba servicio desde los años 60. Pronto se convirtió en un símbolo arquitectónico del Delta del Ebro.

La paz del Delta del Ebro.
Y es que, si hay algo que define nuestra estancia en el Delta del Ebro y esta excursión es, paz. Es un destino turístico mucho menos explotado que otras zonas de Catalunya y, por tanto, mucho más tranquilo. Durante los casi 8 kilómetros de la excursión (4 de ida y 4 de vuelta) apenas nos cruzamos a unas 10 personas. En la zona del faro, pudimos disfrutar durante horas la playa para nosotros solos.

El paisaje te hace desconectar tanto que en algunos tramos, de no ser por el mar al lado, pensarías que estas en el desierto. El faro es casi un espejismo cuando se aparece entre las dunas. Desde la Punta del Fangar, L´Ampolla y los pueblos colindantes parecen tan lejanos…
Sin duda una excursión que merece la pena, se puede hacer en apenas una mañana aunque no seas un senderista experimentado. Eso sí, evita caminar en las horas centrales del día en verano para no morir de calor y ¡a disfrutar de este paisaje único!
¿Dónde comer? Más Delta del Ebro.
Por supuesto la caña en Los Vascos a la vuelta de Punta del Fangar no te la quita nadie. Si quieres comer algo también cuentan con menú y carta. Te en cuenta que es el único restaurante para las dos playas (Marquesa y Fangar) por lo que estará concurrido.
También muy típico y con vistas al faro, está el Restaurante Mirador Bahia, en plena bahía del Fangar, sobre una de las plataformas de las bateas.
Si quieres tener otras opciones te recomiendo el Restaurante El Pescador en L´Ampolla, una arrocería de lo más acogedora frente al puerto del pueblo.