La playa de Aguas Santas, más conocida como Playa de las Catedrales (o Praia das Catedrais en galego), está en Ribadeo, en la costa de Lugo, casi pegando con Asturias. Este monumento natural es uno de los distinos turísticos más visitados de Galicia, junto con Catedral de Santiago, y no es para menos.
Aunque en esta zona hay un sin fin de preciosas playas de arena fina y blanca de lo más paradisiacas, la Playa de las Catedrales destaca por sus formaciones rocosas, esculpidas por el mar a lo largo de los siglos que la hacen tan especial.

El templo esculpido por el mar:
Estas formaciones rocosas, las más fotogénicas en forma de arcos o cuevas, pueden alcanzar los 30 metros de altura, lo que les da un aspecto imponente, casi de catedral gótica. Un tranquilo paseo por la arena nos dejará boquiabiertos. Cuanto más baje la marea, más de estas construcciones naturales aparecerán ante nuestros ojos.
Aunque su principal atractivo sea el paisaje y las formaciones rocosas, a Praia das Catedrais cuenta con una gran riqueza en lo que a fauna y flora se refiere. Gaviotas, pirlos y garcetas la eligen como playa predilecta. En época de migraciones se pueden ver alcatraces y otras aves de paso en sus orillas. En las rocas podremos encontrar percebes, lapas, mejillones y algunas especies vegetales que viven del escaso sustrato que se acumula en las piedras, como el hinojo marino o perejil de mar.

Las formaciones rocosas:
La Playa de las Catedrales está formada por rocas cuarcitas y pizarras, originadas hace aproximadamente 500 millones de años. Estas llevan siglos soportando movimientos tectónicos y la erosión del mar, lo que ha originado estos acantilados.
Además, esta zona forma parte de la llamada rasa costera, un desplome de la tierra hacia el mar que se extiende desde Lugo hasta Cantabria. Este desplome se puede ver muy bien si venís desde la autovía A-8. La carretera hacia la playa es totalmente recta y se aprecia perfectamente como la tierra va descendiendo hasta encontrarse con el mar.

Durante la visita guiada nos explicaron la evolución que sufre este litoral, que está dividida en cuatro etapas:
- Fracturas o grietas que aparecen en las rocas.
- Furnas o erosiones más profundas, casi como grutas.
- Ollos (ojos en gallego) que se producen con el colapso de las furnas.
- Arcos, la formación más espectacular pero también la más inestable.
La playa tiene aproximadamente 1.400 metros de largo y el ancho varía según las mareas. Cuando está alta es mínima, pues la playa y las catedrais desaparecen por completo. Cuando la marea está baja podemos disfrutar de unos 150 metros de playa con sus arcos, grutas y rocas.

Pasea tranquilo buscando todas las perspectivas posibles. Acabarás viendo arcos dentro de arcos, grutas por las que asoma el mar, pasillos de arena y pizarra en los que perderte… Disfruta la playa de las Catedrales como si fuera un templo esculpido por el maestro más caprichoso de todos: el mar.

Información Practica:
Reserva tu visita a la Playa de las Catedrales.
Del 1 de julio al 30 de septiembre no se puede acceder sin reserva a la Playa de las Catedrales. La gran afluencia de gente hace que se limiten las entradas a la playa a 4000 personas al día en los meses de más turismo. La playa sigue siendo un espacio público por lo que la visita es gratuita, pero no podrás acceder sin la reserva.
Reserva tu visita aquí: https://ascatedrais.xunta.gal/
Además, la propia web ofrece visitas guiadas también gratuitas a diferentes horas. En ellas te darán más información sobre la playa, la fauna y flora local e incluso un poquito de geología. Merece mucho la pena, aunque se hace cortita, apenas dura unos 20 minutos o media hora.

Cómo llegar y servicios.
En coche, desde Ribadeo o desde la A-8 la playa está perfectamente señalizada.
Un itinerario chulo es A ruta das Praias, que sale desde Rinlo (un precioso pueblo costero) y llega a Aguas Santas por toda la costa. También está perfectamente indicada durante todo su recorrido.
La Playa de las Catedrales tiene un parking bastante grande muy cerca del acceso al arenal. En temporada alta se habilita otro un poco más alejado pero desde el que podréis llegar caminando hasta la playa.
Antes de la bajada a la playa encontraréis los aseos públicos y un restaurante-cafetería.
La playa cuenta con servicio de socorrista en temporada.

Recomendaciones.
Debes tener en cuenta que los arcos solo se pueden ver con la marea baja. Es recomendable ir cuando la marea está bajando (a una media hora de la bajamar) para poder disfrutar en todo su esplendor de la playa. Si vas cuando la marea está subiendo ¡atento! seguro que acabas mojándote algo más que los pies.
Ve con tiempo. Aunque tengas tu visita reservada suelen formarse colas en el acceso al arenal.
Puedes llevar bañador si procede por el tiempo o directamente ropa que no te importe mojar. Es casi seguro que un poquito de agua vas a tocar, ten en cuenta que estará fría de narices XD
Van dos recomendaciones para gente con poco civismo pero, al parecer, necesarias. En el rato que estuve haciendo la visita (SANTA PACIENCIA de nuestra guía, por cierto) vi repetidas estas situaciones en más de cuatro ocasiones. Please, STOP.
- Deja los bichos en paz. En mi visita pude ver a varias personas cogiendo percebes y lapas. En serio, ¿por qué? No te los vas a poder comer. Lo único que consigues es matar un ser vivo que estaba ahí tan tranquilo.
- Deja las rocas en paz. Vale, no son seres vivos, pero llevan ahí siglos y molan más que tú. Parece que se ha puesto de moda firmar en las rocas de la Playa de las Catedrales, en plan yo estuve aquí. Pues bien, no tiene gracia.
Cuidemos la playa. Un espacio natural tan importante debe ser conservado.

Seguridad ante todo.
Además de tener cuidado con la marea (obvio) la Playa de las Catedrales requiere ciertas precauciones. Hay que tener en cuenta estamos en una zona de acantilados erosionada constantemente por el mar, por lo que los desprendimientos puede ser frecuentes. Es importante (y así os lo comunicarán antes de acceder al arenal) no meterse en las cuevas ni acercarse demasiado a la parte inferior de los arcos.
No te dejes llevar por la masa. Verás que la mayoría de los turistas se suben a las piedras o se meten en las cuevas para hacerse selfies, arriesgándose a una mala caída o incluso a que un nuevo desprendimiento acabe con su vida. No es una exageración, pues este mismo año falleció una chica precisamente por eso. Cuidemos la playa y cuidémonos nosotros también.
