El pasado romano de Barcelona. Barcino y la Ciudat Vella.

Barcino. Así llamaron los romanos a Barcelona cuando fundaron la ciudad, allá por el siglo I d.c. El pasado romano de Barcelona se conserva en pequeños vestigios repartidos por toda la Ciutat Vella. Un pasado que podemos descubrir dando un paseo por el centro de una de las ciudades más interesantes del mundo. ¿Vamos?

Barcino

Cuando los romanos decidieron fundar Barcino lo hicieron en un lugar óptimo: cerca del mar, con una vista excelente de todos sus alrededores y fácilmente defendible de cualquier ataque. Su nombre completo era Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino, ya que fue fundada por Augusto en torno a los años 10 – 15 a.c y sus habitantes eran conocidos como barcinonensis.

De los elementos conservados de aquella época sin duda destacan los restos de las murallas que antaño rodeaban y protegían la ciudad. Pero hay otros elementos muy curiosos y singulares que podremos descubrir.

Un paseo por el pasado romano de Barcelona.

Vamos a empezar por «el principio». No porque sea el mejor resto arqueológico sino porque, debido a su emplazamiento, parece el punto de partida idóneo. En la Plaça Nova, junto a la Catedral, encontraremos los restos (reconstruidos) de un acueducto.

A sus pies unas letras corpóreas muy chulas nos indican que estamos en BARCINO, y es que Barcelona tiene un plan que pone en valor todos estos restos arqueológicos y los acerca a la ciudadanía: el plan Barcino. Este plan tiene como objetivos la difusión de los hallazgos que se van realizando, no solo del pasado romano de Barcelona, también del época íbera y la Alta Edad Media.

Acueducto plaça Nova

Junto al acueducto encontramos lo que queda de Porta Praetoria, una de las puertas que daban acceso a la ciudad y que ahora da paso a una de las calles más concurridas de la Barcelona, el carrer del Bisbe.

El Templo de Augusto, una joya oculta.

Siguiendo el carrer del Bisbe hasta el pequeño pasaje Carrer de Paradis, en el número 10, encontraremos esta joya escondida en un patio de luces. El Templo de Augusto te espera tras un portal en forma de arco, no es muy llamativo pero está señalizado.

Más de 2000 años de historia guardaditos entre las paredes de un edificio medieval, congeladas en el tiempo, con sus 9 metros de alto alcanzando las ventanas en las que suceden cosas del siglo XXI. No me digáis que no es una fantasía este espacio.

Templo de Augusto
Es muy complicado mostrar el espacio al completo, ¡tenéis que acercaros a verlo!

Fue la parte central del Foro de Barcino y, aunque ahora solo quedan cuatro columnas, sabemos el templo midió 37 metros de largo y 17 de ancho. El foro se situaba en la parte más alta de la ciudad y, fuera del portal, aun se puede ver marcado con una rueda de molino incrustada en la piedra.

Se sabe que el templo fue construido en el siglo I d.C y fue el centro de la vida política de la ciudad, aunque después sus materiales fueron utilizados para otras construcciones. La sorpresa llegó en el siglo XIX cuando se encontraron los restos de estas columnas en la remodelación del edificio.

Templo de Augusto en el foro de Barcino

La entrada es gratuita y abre de 10 a 19 h (lunes solo hasta las 14h).

Plaça del Rei, el epicentro de Barcino.

El MUHBA, Museo de Historia de Barcelona, es el organismo encargado de los espacios patrimoniales que forman Barcino. Aquí, en el subsuelo, es donde podremos apreciar muchos de los restos de una parte importante de la ciudad romana y de la muralla. Todos estos restos se encontraron durante las obras de construcción y traslado del museo a su emplazamiento actual y se complementan con otras visitas en la cercana calle Regomir.

Plaza del Rey, Barcelona

Pero no solo de Barcino vive el MUHBA, en este espacio también podremos descubrir como era Barcelona en la época visigoda y la Alta Edad Media.

La entrada cuesta 7€ y es combinada, con ella podrás visitar todos los centros del MUHBA.

Restos de la muralla romana y la Puerta del Mar.

En la calle Regomir, junto al centro cívico Pati Llimona, encontramos otro espacio de vital importancia para la vida en Barcino: las termas romanas y la puerta del mar.

Apenas 150 metros separaban la muralla de la ciudad del mar, siendo la Puerta del Mar la más importante de las cuatro que tenía Barcino. Aquí podemos visitar sus restos y los de la muralla, además de los restos de dos conjuntos termales del siglo I d.C. Estos recintos eran de carácter público, uno para hombres y otro para mujeres, con diversos espacios y piscinas. Junto a ellos se encuentra también un almacén subterráneo vinculado al comercio portuario.

Restos de la muralla de Barcino

Los restos de la muralla romana pueden verse en distintos puntos de la Ciudat Vella, desde plaza Nova (junto a la Catedral), hasta la Plaça de Ramon Berenguer el Gran, donde encontramos el tramo más largo. Aunque la primera muralla data del siglo I d.C durante el siglo IV se reforzó y añadieron elementos.

La necropolis de Barcino.

Abandonamos la ciudad amurallada para dirigirnos a la necrópolis de Barcino, en la Plaça de la Vila de Madrid. Aquí encontramos la Vía sepulcral romana, con monumentos funerarios de distintas tipologías. La legislación romana prohibía enterrar a los muertos en el interior de la ciudad, por lo que la necrópolis se encontraba extramuros, aunque ahora nos parezca estar tan cerca.

Necropolis de Barcino

Los 85 sepulcros fueron encontrados durante la construcción de los cimientos de un edificio y datan de los siglos II y III d.C.

Este espacio puedes verlo desde arriba, desde una pasarela ubicada en la plaza, o visitarlo por apenas 2 euros.

1 comentario en “El pasado romano de Barcelona. Barcino y la Ciudat Vella.”

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