Vamos en este post con una de esas escapadas express que sirven para desconectar del mundo. Londres en un fin de semana. Aprovechando que era la primera vez en la ciudad para una de mis acompañantes, hicimos esta ruta de clásicos básicos. Os dejo un paseo de fin de semana en Londres para principiantes.

Viernes tarde. Londres en un fin de semana, llegada a la ciudad.
Comenzamos el viernes cogiendo el avión a primera hora de la tarde. Barcelona-Gatwick en plenos días fatídicos para Vueling, nuestro vuelo es el único que sale en hora de todo el día. A la vuelta no tendremos tanta suerte, pero eso no nos preocupa ahora.
A Londres desde Gatwick.
Hay varias formas de llegar de Gatwick a pleno centro de Londres pero debo recomendar el tren. Gatwick express no va directo a Howarts pero si a Victoria, sale cada 15 minutos y no es prohibitivo. 23 pounds cogiendo la ida y vuelta a la vez, teniendo en cuenta que te plantas en Londres en 30 minutos es más que aceptable al viajar con tan poco tiempo. Si vais más relajados o viajáis para varios días más podéis mirar otras opciones como el autobús, que suele ser más económico.
Llegada y alojamiento.
Nada más llegar a Victoria buscamos la línea de metro que será uno de nuestros referentes estos días, District line, la verde. Nuestra «casa» esta en Earls Court, la última parada de la zona uno, tanto en la línea verde como en otra que usaremos a dolor todo el fin de semana, Picadilly. Kensington es una zona bonita, de casitas bajas y cochazos de admirar, desde donde es fácil moverse a todas partes. En el metro siempre es imprescindible comprar la Oyster Card, cuesta cinco pounds y es recargable. Nosotras la traíamos de una visita anterior, pero puedes devolverla al marchar y los cinco pounds serán tuyos de nuevo.
¿Nuestro hotel? Vamos a darle un bien. He estado varias veces en Londres, en zonas diferentes, hoteles diferentes y viajes de rollos completamente distintos y, si me pidieran recomendar un hotel, no sabría que decir. Depende. La mayoría son caros, cutres y enmoquetados, creo que en concepto de estrellas inglés es diferente al del resto de los mortales. Personalmente no presto mucha atención a estas cosas de lujos y estrellas, suelo buscar por ubicación y precio. A fin de cuentas sólo quiero el hotel para morirme en mi cama después de un día intenso de pateo, así que con que este limpio me vale. ¡Ah! El baño propio. Eso es importante, que estoy mayor. He compartido baño en demasiadas ocasiones, si puedo pagar un poco más y ser feliz, de cabeza

Primer contacto. Picadilly y Oxford ST.
Una vez instaladas es hora de comenzar el tour touristeo extremo. Esta anocheciendo cuando llegamos a Picadilly Circus y el cielo se pone rosa intenso según salimos del metro. Es emocionante, no solo para quien pisa la ciudad por primera vez. Verte inmerso en medio de ese caos siempre resulta extrañamente agradable. Un rato. Luego es importante moverse antes de que te atropelle un autobús de dos pisos. Paseamos hasta Leicester Square, donde cientos de jóvenes se reúnen bebiendo cerveza y cazando Pokemon. Un cartel luminoso nos pide que nos divirtamos con cuidado y decidimos que no hay nada más moderado que visitar la tienda de M&M. Al igual que la de Nueva York es una oda a la marca y al consumismo de souvenir horterilla pero nos encanta.
Al salir nos encaminamos hacía Covent Garden, uno de los distritos con más encanto de Londres. Solo podemos ver el edificio del mercado por fuera, pues ya está cerrado, pero buscamos un lugar para cenar en un pub cercano. Mr.Foggs Tavern nos da cerveza y unos roast sandwiches bastante decentes. Volvemos a casa antes del último metro, que funciona como Cenicienta, hasta las doce. En un pub cercano a nuestro hotel tomamos la última pinta. Nos la sirven con un poco de «ay, como sois, chiquillas, que es muy tarde» pero nosotras felices.
Sábado. El paseo perfecto para ver todos los básicos londinenses.
A la mañana siguiente estamos desayunando en el Pret a Manger de la esquina. Desde mi última vez en Londres me he dado cuenta que los Pret son legión. Había visto alguno antes, muchos más en Nueva York, pero esta última vez me ha parecido que estaban por todas partes. Es una buena opción para tomar un café medianamente decente y alguna comida medio sana al día. Tras desayunar cogemos nuestra bella línea verde one more time y vamos directas a uno de los lugares más emblemáticos de London. Westminster. Allí nos espera la abadía que da nombre al barrio, el Big Ben, el parlamento, la famosa noria London Eye.

El Big Ben, Westminster y parques públicos.
Nos hacemos las fotos típicas de mandar a madres y grupos varios de whatssap. En esta ocasión no entramos a ninguno de los monumentos pero si os recomendaría visitar Westminster. La entrada no es barata, unos 20 pounds persona, pero creo que merece la pena. Un lugar lleno de historia, donde se ha coronado a reyes y reinas durante siglos y donde descansan personas tan ilustres como Darwin, Jane Austin, Byron o Newton. Se tarda más o menos una hora y media en verla y es una autentica preciosidad de edifcio, por dentro y por fuera.

Continuamos nuestro paseo por Whitehall hasta Downing Street donde no sabemos si aun habita Cameron o Theresa May ya está dando guerra. Una mini manifestación anti brexit acampa delante mientras los turistas se hacen fotos ante la mirada intensa de los guardias de seguridad. Entramos por Horse Guards Parade hasta St James Park, hay un cambio de guardia a caballo. No es tan espectacular como el de Buckingham Palace pero digno de ver y con menos público.
Cruzamos el parque haciendo fotos a ardillas y pelicanos y llegamos al palacio real justo a tiempo de dicho cambio de guardia. La bandera británica ondea al viento atestiguando que the Queen está in tha house pero, evidentemente, no vemos nada. Miles de turistas se agolpan frente a la valla armados con cámaras, móviles y palos selfie extensibles. Si acaso, de vez en cuando, ves algún sombrerito sobresaliendo entre la multitud, pero ya. Nos damos por vencidas y seguimos nuestro camino rodeando los jardines reales hasta Grosvenor Garden.

La tranquila Belgravia y Harrods.
Siempre es un gusto caminar por Belgravia. Puede que no sea uno de los barrios más locos de Londres pero sus casas y calles son preciosas y tranquilas. Subimos hasta Knightsbridge y nos asomamos a Hyde Park. No tenemos tiempo para explorar el enorme parque, pero una visita siempre es obligada.
Desde allí bajamos por Brompton St hasta Harrods. Otra de esas cosas de la vida que es tan hortera que me encanta. Nunca se donde mirar en la sala egipcia, la estancia del chocolate me fascina y el memorial a Diana y Doddy con sus estatuas, sus velas, sus patos… su todo. Es que lo tiene todo. Al margen del horror, la zona de las comidas si que merece un paseo y perder un poquito de tu fin de semana en Londres. Al salir comemos en un pub cercano, Bunch Of Grapes y pruebo algo típico inglés: British Beef & Ale Pie. ¿Un pastel de carne y cerveza? Soy fan.
¿Un museo? En Londres tienes para elegir y ¡gratis!
Con la panza llena continuamos nuestro camino hasta la zona de los museos. En visitas anteriores pasé horas en el Victoria and Albert, la National Gallery y el British Museum. Así que, en esta ocasión decidimos entrar en el Museo de Historia Natural. Un acierto. Si vais con niños o sois un poco frikis de la ciencia os encantará. Tenéis la colección de especies reunidas por Darwin, el primer Pokemon Go de la historia, una sala de dinosaurios impresionante y el Wildlife garden.
El lugar es enorme, así que nos es casi imposible verlo entero pero solo por Dippy merece la pena entrar 😀 el enorme Diplodocus que preside la entrada principal. Recordad que la entrada a los museos en Londres es gratuita, solo tienes que dejar la voluntad en una de las huchas gigantes de la entrada. Dippy bien vale unas pounds.
La torre de Londres y Tower Bridge, básicos en un fin de semana en Londres.
Al salir rodeamos la zona para ver el Royal Albert Hall, la famosísima sala de conciertos londinense. Volvemos a asomarnos a Hyde Park para sentarnos un rato junto al Albert Memorial y compartir nuestra merienda con alguna ardilla. Salimos del parque por Kensington Palace y volvemos a tomar el metro. Llegamos hasta la torre de Londres y la rodeamos, las horas de visita terminan en media hora y decidimos no entrar. Excusa perfecta para volver a Londres en otra ocasión. Entraremos a la torre de Londres y veremos Harry Potter y el legado maldito 🙂

Ponemos rumbo a uno de los puentes más emblemáticos de la ciudad. No te puedes Tower Bridge en tu fin de semana en Londres. Desde el puente tendrás una de las vistas de Londres más curiosas, con la torre de Londres rodeada de edificios nuevos y rascacielos. El puente de estilo victoriano esta atestado como casi siempre, así que lo cruzamos veloces. Del otro lado del río descubrimos Hays Gallery, un pequeño centro comercial en pleno pier también con unas preciosas vistas y una curiosidad: junto a el está atracado el HMS Belfast, un buque de la Segunda Guerra Mundial que se puede visitar.

Carnaby Street, mucho más que compras.
Volvemos a coger el metro en London Brindge. Decidimos dedicar lo que queda de tarde a la zona de Oxford Street, paseamos entre tiendas, hacemos alguna compra rebajil en Carnaby Street. Bajamos hacia Picadilly Circus no sin antes hacer una parada técnica en Vintage Magazine Shop (43 Brewer Street), un pequeño local en el soho en el que siempre encuentro algún recuerdo bonito o algún regalo original que llevar de vuelta a casa. Posters, revistas, imanes, camisetas, libros… cualquier cosa que puedas imaginar. Tras gastar un poco más, tomamos una cerveza en un pub cercano y decidimos cenar en el barrio chino.

Domingo. Cómo aprovechar las últimas horas.
El domingo nos despertamos temprano, pues hemos planeado un día potente. Mucho que hacer en muy poco tiempo, aunque nuestro avión sale a las 21 de Gatwick y podemos aprovechar el día.
Candem Town, una visita alternativa.
Cogemos un autobús hasta Camden Town, la meca de los mercadillos, pero Camden es mucho más. A pesar de ser domingo y estar atestado de gente desde buena mañana, se trata de un lugar imprescindible. Sus fachadas coloridas con decoraciones cada cual más atrevida, sus tiendas con elementos de lo más común a lo más estrafalario y, sobre todo, la gente que pasea por sus calles. En Camden uno puede ser lo que es, o lo que quiera.

Otro de los atractivos de este mercado es la comida. Por muy pocas libras se pueden degustar platos de casi cualquier parte de mundo. En domingo recomendamos coger la comida y alejarse un poco de la zona de los puestos, sino es casi imposible encontrar asiento. A unos pasos de esa zona, cualquier parque es bueno para descansar un rato. Debéis saber que muchos domingos la estación de metro de Camden esta cerrada para evitar aglomeraciones. Se puede coger el autobús o caminar hasta la siguiente estación como hicimos nosotras.

Trafalgar Square y la National Gallery, acabar tu fin de semana en Londres por todo lo alto.
Llegamos a Trafalgar Square con el tiempo justo para echar un vistazo a la National Gallery. Como casi todos los museos de Londres es gratis. No solo la colección es impresionante, también el edificio. Como pasa con el British, es sencillo que el tiempo vuele dentro.
Nuestro último paseo en metro del día es hasta Victoria, para coger el tren express que nos llevará directas a Gatwick. Como no podíamos tener tan buena suerte como a la ida, Vueling nos la juega retrasando el vuelo más de tres horas. Ponemos fotos en orden y nos damos cuenta de lo corto que ha sido… ¡Hasta la próxima London!
Esta vez nos dejamos por ver, pero merece mucho la pena y recomiendo de otras visitas, además de Cinco cosas chulas que hacer en Londres gratis!
- Catedral de Sant Paul
- Iglesia del Temple
- British Museum
- Victoria and Albert Museum
- Tate Modern y un paseo por Southbank
- OXO
- Portobello Road
- Desing museum