A unos 60 kilómetros de Burdeos, en la bahía de Arcachon se encuentra de Duna de Pyla (o Pilat), la mayor duna de arena de Europa. ¿Como te quedas? Pues con la boca abierta, como todos los viajeros que llegan a sus pies. Y es que con sus 3 kilómetros de longitud y 500 metros de anchura, impresiona. Su altura varía según la época del año y las condiciones meteorológicas, pero suele rondar unos 120 metros sobre el nivel del mar.

Con esas dimensiones ya podéis suponer que el ascenso a la duna de Pyla es todo un peregrinaje. Así es. Cuando dejas el coche en el parking no te esperas semejante monstruo arenil, pues está oculto detrás de un frondoso bosque de pinos. El paseo hasta la duna es muy agradable, en verano hay varios bares, tiendas de regalos y una especie de merendero siempre a tope. En invierno es difícil encontrarlos abiertos.

Cuando el bosquecito termina y te encuentras la duna sabes que vas a sufrir, pero también que va a merecer la pena. Subir no es fácil, aunque no lleva mucho tiempo, los pies se te van hundiendo en la arena y cuesta un poco caminar. Resoplamos un poco hasta la cima y, una vez arriba, todo se te olvida. Hay gente haciendo picnics, volando cometas, haciendo parapente y otros deportes de aventura que no entendemos pero que parecen divertidos.

La Duna y el mar.
Las vistas desde la duna son impresionantes, a un lado el banco de Arguín, una marisma que es una importante reserva natural y al otro lado hectáreas de bosque. Azul a un lado, verde al otro y tu en la cima del mundo. Dicen que la duna se formó en el siglo XIII y, desde entonces, está intentando comerse el bosque que tiene al lado. No es que sea malvada, es que no puede evitar adentrarse hacia tierra unos tres metros al año. Lenta pero segura.

La bajada es mucho más cómoda que la subida, aunque al principio se hace raro porque parece que te vas a caer rodando todo el rato. Una vez que le pillas el truco a hundir los talones llegas abajo sana y salva. Eso si, sacudid los zapatos antes de entrar al coche. Sacudid todo, sacudid vuestro ser entero y aun así seguiréis encontrando arena en vuestras pertenencias toda la semana.

Prepara tu visita a la Duna de Pyla.
¿Cómo llegar a la Duna de Pyla? Aparcar.
Lo más sencillo es llegar en coche por la carretera A660. Tiene su propia señalización: Duna del Pilat / Biscarrosse.
Aparcar en el parking de la duna de Pyla cuesta apenas 4 euros el día entero. Si vas a hacer una visita de subir a la duna, hacer fotos y marchar, probablemente te salga por menos de un euro. También hay un parking gratuito muy cerca de la rotonda principal de acceso.
Se puede ir en autobús desde Arcachon (Bus Baïa – Línea 1) hasta el camping cercano o alquilando una bicicleta, cosa muy típica en Las Landas.
¿Playa o montaña? Es ideal para practicar deporte.
En la temporada de invierno llevad comida y agua si creéis que la vais a necesitar. En temporada baja los bares del parking suelen están cerrados. Tendréis que coger el coche para ir al centro comercial que hay a unos kilómetros para encontrar víveres.
En verano, además de haber mucha más gente, tenéis disponibles equipos deportivos para alquilar. Además hay un parque acuático muy cerca por si queréis daros un chapuzón o vais con niños.
Playa como tal… no es. Tened en cuenta que en la cima de la duna estás bastante alto y hace aire constantemente (apreciad mi foto, que bien peinada estoy). Tal vez en la zona más baja, donde está el camping si te puedas permitir tomar el sol en verano, pero si empiezas a subir, ¡lo dudo!

¿Qué os parece? ¿Os animáis a visitar la Duna de Pyla?