La Villa Borghese es una preciosa villa del siglo XVII que perteneció al cardenal Scipione Borghese, mecenas de grandes artistas de la época como Bernini o Caravaggio. Este buen cardenal, sobrino del papa Paulo V, invirtió gran parte de su fortuna familiar en restaurar iglesias y palacios de la ciudad, así como para reunir una extensa colección de arte que ahora podemos disfrutar en la Galería Borghese.
En los siglos posteriores, la colección artística fue cambiando, realizando incorporaciones como lasde Paulina Borghese (hermana de Napoleón). Pero también menguando pues se hicieron muchas ventas, por ejemplo al Museo Louvre.
Es a principios del siglo XX cuando, dada la situación de bancarrota de la familia Borghese, el ayuntamiento de Roma decide hacerse cargo de la villa y la colección. Aunque la galería llevaba abierta al público desde el XVIII, los jardines se hacen públicos para goce y disfrute de todos los romanos y visitantes.


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La Villa Borghese.
Los Jardines.
La Villa Borghese no solo es la galería que tanto ansiamos conocer, también es uno de los parques urbanos más grandes de Europa. En ellos podemos encontrar un zoo, un lago, fuentes, esculturas…
Puedes recorrer los jardines a pie o en bici, incluso alquilar unas barcas y remar por su lago. Las posibilidades son infinitas.


No olvides ver:
El templo de Esculapio justo en medio del lago Borghese, dedicado al dios romano de la medicina.
Muy cerca se encuentra el teatro de madera que reproduce el Globe Theatre de Londres.
En los jardines Borghese está el reloj de agua de Pincio, un reloj hidráulico que funciona desde el siglo XIX, como su propio nombre indica, solo con agua. Una curiosa obra de ingeniería.


Aquí encontraréis también uno de los miradores más chulos de la ciudad, la Terrazza de Pincio. Desde allí hay una panorámica fabulosa de la Piazza del Popolo y unas vistas de Roma espectaculares.


La Galería Borghese.
Vamos a lo que nos ocupa, la Galería Borghese. En medio de todo ese pulmón verde que es el jardín Borghese está la Villa que contiene una de las colecciones de arte más importantes de la ciudad.
La Galería Borghese tiene dos plantas, la principal en la que encontraremos sobre todo obras escultóricas y la planta superior a modo de pinacoteca. En ambos casos las obras están perfectamente escogidas. La colección no muy amplia pero selecta y privilegiada. Perfecta.


Fijaros, sobre todo en la primera planta, no solo en las esculturas, también en techos, paredes y suelos. El edificio es tan impresionante como las obras que contiene.
Pero vamos a lo que nos ocupa, algunas de las mejores obras de la Galería Borghese en un pequeño resumen. Si quieres saber más durante tu visita puedes coger la audioguía que ofrecen en la propia galería. Si lo prefieres, entrar acompañado del libro: Galería Borghese y sus obras maestras.


Saludemos a Paulina Borghese, una obra del escultor Canova, encargada por la excéntrica hermana mayor de Napoleón. La propia Paulina quería ser retratada como una Venus Vencedora.
Posiblemente una de las esculturas más famosas de la Galería Borghese y del mundo entero: Apolo y Dafne de Bernini, encargada por el propio Scipione Borguese se muestra hoy en el lugar para el que fue proyectada, aunque no de la manera que el genio hubiera querido. La escultura representa el momento exacto en el que Dafne empieza a transformarse en laurel, con enorme dinamismo y movimiento.




Otra de las obras más famosas de Bernini y que os pondrá los pelos de punta es El rapto de Proserpina. Si esta escultura no os mueve algo por dentro igual tenéis que plantearos que no tenéis alma XD. Bernini consigue convertir el frío mármol en carne, la escultura en puro movimiento, representando el momento exacto en el que Plutón arrastra a Proserpina al infierno. Un punto de no retorno, la desesperación gravada en piedra.


Pararos un instante a apreciar el gesto del David, también de Bernini, que sitúa al héroe en plena acción, blandiendo la honda. Toda la obra es una oda a la tensión y no solo física. Se puede leer en la cara de David la presión, la valentía de enfrentarse al gigante, pero también el miedo a un posible fracaso. Preocupando, tenso y dispuesto a defender la ciudad, el David de Bernini es la verdadera expresión del barroco: puro movimiento, fuerza…


En esta planta tenemos también una serie de obras de época romana un Mosaico de gladiadores, del siglo IV d.C, y un Sátiro danzante del siglo IV a.C. Además, otras muchas esculturas como El Hermafrodita o San Juan Bautista harán que no puedas cerrar la boca durante todo el recorrido.
Pinacoteca de la Galería Borghese
Cuando estés preparado para cambiar de planta, sube al primer piso. La pinacoteca de la Galería Borghese no es de las más extensas del mundo pero sí de las más admirables. Sobre todo para los que amamos las épocas renacentista y barroca.


La Dánae de Correggio te dejará sin aliento, así como las distintas obras de Caravaggio, a quien el cardenal Scipione Borghese parecía adorar. No es de extrañar, la preciosa Madonna con el niño y Santa Ana, apenas estuvo un mes colgada en el Vaticano. Después fue trasladada a las dependencias Borghese, aparentemente por un asunto de decoro. Un clásico en Caravaggio, de quien podemos encontrar muchas más obras en la galería y en varias iglesias de Roma.
Admirad la Crucifixión de San Jerónimo de Pinturicchio, la Dama del Unicornio de Rafael, La Cacería de Diana de Il Domenico o uno de mis cuadros favoritos del mundo mundial, Amor sacro y amor profano de Tiziano.




El unicornio representa la pureza y la castidad, aunque en la primera versión de la obra era un perrito, símbolo de la fertilidad. No sé sabe porque motivo Rafael decidió cambiarlo.


Info práctica.
Entradas.
Reservar tu entrada es prácticamente obligatorio, pues se regulan las visitas en 360 personas cada dos horas. Si llegas a la taquilla sin entrada es probable es que te encuentres con el cartel de SOLD OUT.
Las entradas se pueden comprar en esta página web y salen en total a 17€. Debes elegir día y franja horaria en la que quieres hacer la visita (y ser muy puntual ese día).
Sucede una cosa un poco absurda y es que, una vez llegues a taquilla, tendrás que hacer cola para canjearlas. Es mejor ir con tiempo.
Si tienes la Roma Pass la entrada está incluida, pero también tendrás que reservar tu hora online.
Horario.
La Galería Borghese abre de martes a domingo desde las 8:30 de la mañana hasta las 19:30 de la tarde.
Los jardines se pueden disfrutar todos los días.
¿Cómo llegar a la Galería Borghese?
Lo más sencillo es llegar en metro, con la línea A hasta la parada Flaminio. Es la parada más cercana a Piazza del Popolo. El propio metro te indica por donde salir para la ir a la Villa, así que no hay perdida.
Los autobuses 116, 88, 95, 490, 495 también pueden servir, según desde donde iniciéis el recorrido. Algunos atraviesan los terrenos de la villa y otros como el 116 se quedan en la entrada.
Recomendaciones.
Sé que ya lo he dicho pero: ve con tiempo, sobre todo en meses de mucha afluencia turística. Debes estar recogiendo tu entrada media hora antes de la hora establecida para la visita.
No puedes entrar con mochilas, bolsos grandes y mucho menos maletas. Tendrás que dejarlos en la consigna gratuita que ofrecen lo que te supondrá otro rato de espera. Si llevas cámara tendrás que dejar su bolsa y llevarla en la mano. Puedes hacer fotos sin flash.