¿Puede que sea Menorca un paraíso en la tierra? Ni confirmo ni desmiento… Bueno, sí, lo es sin lugar a dudas. Sus increíbles paisajes, sus calas y playas con ese mar turquesa, acantilados, montañas y verdes prados… pero no solo eso, Menorca también tiene una historia y un pasado muy bien conservados, ciudades y pueblos con encanto y una gastronomía que harán que no te quieras marchar nunca de la isla. ¿Quieres saber que cosas puedes hacer en Menorca en 7 días? Obviamente puedes hacer mil más, pero vamos con unos básicos para que no te pierdas nada y disfrutes la isla a tope.
Una cosa muy importante a la hora de moverte por Menorca, si quieres ir de playa en playa, es tener en cuenta la dirección del viento. Planifica tus días con respecto a esto, siempre en contra dirección, y no verás una sola medusa. Si el viento sopla de norte, deberemos ir hacia la zona sur, aguas limpias aseguradas.
Piérdete en la preciosa Ciutadella.
Ciudadela es la segunda ciudad más grande de Menorca, por detrás de su capital, Mahón. Se trata de una villa medieval preciosa y con un encanto y una luz maravillosos. Camina por las calles estrechas de su centro histórico, admira los señoriales palacios, su imponente catedral gótica y su precioso ayuntamiento. Un paseo más largo te llevará hasta el castillo de San Nicolás, defensa del puerto de la ciudad desde el siglo XVII.
Una buena forma de conocer la ciudad es con un freetour en el que te contarán todos sus secretos. ¿Te animas?

Puedes seguir la línea de la antigua muralla defensiva para llegar al puerto, donde podrás encontrar alguno de los restaurantes con más fama de la ciudad. Y es que Ciutadella es el lugar perfecto para alojarse en Menorca y poder moverte por toda la isla. Bueno, cualquier lugar es bueno ya que las distancias no son demasiado largas. Lo bueno de Ciutadella es que podrás hacer algo de vida nocturna sin preocuparte después de coger el coche. Hay mucha oferta de restaurantes y espacios para salir a tomar algo, cenar…
Si llegas a Ciudadela en coche puedes aparcar en la zona del puerto, del lado contrario al casco antiguo hay un parking gratuito la mar de hermoso. En apenas dos minutos caminando estás en el puerto y en 7 en el ayuntamiento.
Menorca Talayótica. El pasado de la isla.
Hay algo, además de sus paisajes, que convierte a Menorca en un auténtico museo al aire libre: sus yacimientos talayóticos. Y es que la pequeña isla está plagada de reminiscencias y monumentos prehistóricos, la mayoría muy bien conservados. Las navetas, las taulas y los talayots son los más reconocibles y característicos de la zona pero también hay numerosas necrópolis en cuevas, poblados y torres.
Puede que el yacimiento más conocido sea la Naveta des Tudons, por su cercanía a Ciudadela y por estar muy bien conservado. Además, las navetas son un tipo de construcción funeraria que solo se encuentra en Menorca, por lo que es curioso de ver.

Otro de los yacimientos mejor conservados es el Talatí de Dalt, muy cerquita de Mahón. Este poblado conserva varios talayots (torres defensivas) de distintos tamaños, cuevas dispuestas a modo de enterramientos, casas construidas y otras excavadas en la roca y, lo más emblemático, su taula.

La necropolis más especial de la isla es la de cala Morell, formada por unas 15 cuevas artificiales, excavadas con el fin de servir de cementerio. Se utilizó durante siglos, desde la época talayótica hasta el siglo II d.C.
Haz un trozo del Camí de Cavalls.
El Camí de Cavalls es uno de los grandes atractivos de Menorca. El GR-223 es un sendero de Gran Recorrido que da toda la vuelta a la isla, pasando por cada una de sus calas, desde las más populares a las más recónditas. Está considerado patrimonio histórico y paisajístico de la isla y declarado bien de interés cultural. Este sendero consta de 185 km en total que puedes recorrer caminando, en bicicleta o, como su propio indica, a caballo.
El origen del Camí de Cavalls es incierto pero se cree que podría haber sido un camino de ronda para la defensa de la isla ya en el siglo XVIII. El paso de los años hizo que se deteriorara casi por completo hasta que, a partir del año 2000, comenzaron los trabajos de recuperación.

En tu estancia en la isla puedes recorrer algún tramo, la web oficial de Camí de Cavalls los organiza en 20 etapas. Si, como nosotros, viajas en pleno verano, mucho ojo con el calor. En muchos tramos del camino no encontraréis nada ni a nadie.
Probar su langosta. Comer en Menorca.
La gastronomía es otro de los grandes atractivos de Menorca y, en 7 días en la isla, te dará tiempo a probar muchos de sus platos típicos. Seguro que has oído hablar, y no es para menos, de la caldereta de langosta. Pues está deliciosa. Pero también lo están otros muchos platos que puedes probar.
La langosta de Menorca es un espectáculo, la pongan como la pongan, en caldereta, en arroz caldoso, a la plancha… no te la pierdas.

También puedes probar otros arroces y fideuás, de marisco, pescado o verduras. No hay fallo. El pescado y marisco fresco es otra de las grandes ventajas de ser una isla. Pregunta por el pescado del día (hay muchos lugares de brasa) y déjate llevar. Mejillones en todas partes, están de vicio allá donde vayas y, como no, ¡queso de Mahón!
Hay muchos productores locales de este manjar, elaborado con leche de vacas endémicas de la isla, la vaca frisona menorquina. Cuando vayas conduciendo, verás numerosos carteles que te indican queserías de elaboración artesana. Puedes parar en cualquiera de ellas y darte un homenaje.
Explora el norte de la isla, calas y pueblos.
La zona norte de Menorca tiene un encanto muy especial. En general, su costa es más abrupta, con más relieve y acantilado que la del sur. Por ello, encontrarás playas con accesos algo más complicados, menos vegetación y (si tienes suerte) menos gente.

Merece la pena dedicar un par de días de tus 7 en Menorca a descubrir estas maravillas, si el viento lo permite. Por aquí encontrarás playas salvajes tan preciosas como Cavallería o Pregonda, faros en paisajes casi lunares, una albufera y calas urbanas de lo más apetecibles, como Morell.

Déjate enamorar por pueblos con encanto, como Fornells, un pequeño pueblo de pescadores donde se come de maravilla: es famoso por preparar el plato más típico de la isla, la caldereta de langosta. Si te apetece degustarla puedes ir a uno de los restaurantes más conocidos, Es Cranc, o decantarte por alguno con un precio un poco más modesto como Sa Taula. En cualquier caso, disfruta de un agradable por el paseo marítimo, puedes darte un baño en su cala de piedra, con pasarelas y escaleras habitadas para que la disfrutes al máximo.
Una forma precisa de recorrer el norte de la isla es alquilando una de estas barcas tradicionales menorquinas. No requieren licencia y durante unas 8 horas, tendrás tiempo de sobra para explorar Fornells y al rededores desde el mar.
Prueba Pomada en todas partes, incluso en una cueva.
Esto es muy importante. Vas a estar recorriendo Menorca durante 7 días y vas a pasar sed, seguro. Te preguntarás ¿dónde se hace la mejor pomada de Menorca? Para nosotros fue de vital importancia descubrirlo así que, no quedó más remedio que probarlas todas.
La pomada (Gin amb llimonada) es una de las bebidas más típicas de Menorca y, a pesar de llevar solo dos ingredientes; limón exprimido y gin Xoriguer, elaborada en Mahón desde principios del siglo XX, la servirán de muchas formas diferentes. Como si fuera un Gin Tonic, como un sorbete de limón, con hielo picado a modo mojito…

La más rica que tomamos fue en Cala Blanca, en Sa Cova, un pequeño restaurante junto a la playa. Limón exprimido con cariño, hielo picado y gin. ¡No hace falta más! El 10 de las pomadas.

La pomada con mejores vistas en Cova en Xoroi el lugar de moda por excelencia en Menorca. Esta cueva reconvertida en mirador/bar/lugar de postureo merece una visita. Pagas 10€ solo por entrar (incluye consumición, aunque la pomada serían 3€ más) pero el lugar es espectacular. Como una abertura en pleno sobre el mar.
Playas salvajes del sur. Imprescindibles en 7 días en Menorca.
Seguramente, si te piden que cierres los ojos y pienses en una imagen típica de Menorca, aparezca una de estas playas. Macarella o Turqueta tienen todas las papeletas para coronarse como «playa más preciosa de aguas cristalinas, verdes pinos y preciosos acantilados» en tu cerebro. Pero hay muchas más.

Mitjana, Macarelleta, Canutells, Son Saura… aguas increíbles y cristalinas en las que nunca dejas de ver el fondo, ni en zonas más profundas. Estas calas, a diferencia de otras del sur que son urbanas (como Cala Galdana), cuentan con parkings habilitados desde luego deberás desplazarte hasta la playa. En algunas el camino es sencillo, de unos 15 o 20 minutos. En otras, el acceso ya es más complicado, por ejemplo Cala Escorxada está a una hora caminando del aparcamiento de Cala Mitjana. Mirad esto bien antes de desplazaros para que no os llevéis sorpresas.
Hay que destacar que algunas de las calas solo son accesibles desde otras calas, como Macaralleta, a la que solo puedes llegar desde Macarella. Por cierto, en temporada estival solo podrás acceder a estas dos calas mediante el servicio de autobús Bus2Macarella. Te recomiendo que compres los billetes online (debes reservar hora de ida y de vuelta) para no quedarte sin sitio.
Visita un faro. O una fortaleza. O las dos cosas.
No sé que tienen los faros pero un paisaje con uno da una sensación de paz y confort indescriptibles. Menorca cuenta con siete faros (ideal para tus 7 días en la isla), todos enclavados en preciosos paisajes desde los que podrás disfrutar de increíbles atardeceres o paseos mirando al mar.

Cavallería, en el punto más septentrional de la isla, es ideal para ver el atardecer (id con tiempo que el parking se llena) y, además está abierto al público y tiene bar. Siempre importante la presencia de un bar. Desde Punta Nati o Sa Farola, podréis ver la puesta de sol mirando a Mallorca, que siempre es un placer.
Otro de los más famosos y visitados de la isla es el Faro de Favaritx, muy cerquita de Mahón y en pleno parque de S´Albufera des Grau. Este parque natural es el más importante de Menorca, con más de 5.000 hectáreas y Reserva de la Biosfera menorquina. Todo el entorno del faro os recordará más a un paisaje lunar que a la propia Menorca. Muy sorprendente.
Tal vez no sabías (yo no tenía ni idea) que Menorca está plagada de fortalezas del siglo XIX que se construyeron bajo la ocupación inglesa. La Fortaleza de la Mola, el Fuerte de Marlborough o la Torre de Fornells son buenos ejemplos y visitas a tener en cuenta.
¿Sabías que durante el siglo XVIII en Europa las tres grandes potencias, España, Francia e Inglaterra, luchaban por hacerse con el control del Meditarraneo? Bueno, luchaban por muchas más cosas, pero en Menorca lo que querían era dominarla para tener el control político y comercial del Mediterráneo. Durante la mayor parte del siglo XVIII Menorca está bajo en control inglés (gracias al tratado de Utrecht) y construyen fortalezas como Marlborough para defenderse del asedio francés. Aunque en 1802 Menorca pasa nuevamente a manos españolas, uno nunca está seguro y se siguen construyendo fortalezas como la Mola durante el siglo XIX, precisamente para evitar caer en manos inglesas de nuevo.

Las torres, como Torre Fornells, tenían la misión de vigilar y controlar la entrada de barcos, protegiendo las entradas de los puertos. Además podían comunicarse visualmente entre ellas y estaban equipadas para defenderse de posibles ataques.
Visita su capital, Mahón.
Algo que no te puedes perder en tus 7 días en Menorca es una visita a Mahón. Maó es la capital de Menorca y el núcleo urbano más importante, con unos 28000 habitantes. Su puerto es uno de los puertos naturales bonitos de la isla y pasear por él y por las calles de la ciudad pronto te hará darte cuenta de la influencia inglesa en la ciudad. Como decía antes, durante el siglo XVIII Menorca cayó bajo el dominio inglés. La capital se trasladó de Ciutadella a Maó, dando impulso a las rutas comerciales y al desarrollo del puerto, plagando sus calles de casas de estilo georgiano y, cómo no, fabricando su propia ginebra. Ahora se entiende un poco mejor lo de la pomada, ¿verdad?

El casco histórico está plagado de preciosos edificios señoriales y palacetes. El ayuntamiento, el teatro, el mercado, las plazas… piérdete en ellas disfrutando del ambiente de la ciudad. El Claustro del Carme mantiene el mercado entre sus arcos de la planta baja, ideal para darse un paseo o tomar algo. También hay buen ambiente en el Mercado del Pescado (que no os engañe el nombre, son todo bares, no peces) o en la plaza del ayuntamiento.
Caminando un poco encontrarás joyas como Porta San Roc, el único vestigio de las murallas medievales de Mahón o Ca n´Oliver. Si tenéis ocasión, no dejéis de entrar en esta preciosa señorial. De estilo neoclásico, fliparéis con los frescos de sus techos, realizados por artistas italianos.
Alejándoos un poco del centro podréis ver la Fortaleza de la Mola, el castillo de San Felipe o la Isla del Rey, situada en pleno puerto. Es muy típico coger una de las barcas turísticas que recorren el puerto.
Haz snorkel como un pro
O haz snorkel como una ballena varada, pero haz. Las aguas de la isla son una maravilla, cristalinas, calmadas y luminosas que te permiten ver el fondo marino en todo momento como si estuvieras a un palmo del suelo. En tus 7 días en Menorca saca un ratito para hacerte con un tubo y unas gafas y prepárate para disfrutar.
Sin demasiada maestría, las aguas de Menorca te permitirán ver casi de todo. Os dejo una guía de los peces que más os encontraréis, me fue muy útil para poder identificarlos. Confieso que lo que más ilusión me hizo ver fue un pulpo. Son lo más.
Si no te apetece ir solo o quieres evitarte complicaciones, puedes elegir esta experiencia snorkel en Cala en Brut. Un auténtico paraíso. Si buscas algo más complicado, prefieres el buceo pero no tiene mucho tiempo, ten en cuenta, este curso de buceo PADI.
Mapa de recomendaciones en Menorca y lugares de interés
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